martes, 7 de agosto de 2012

La ciudad despierta

Hace algo más de un mes que no me dedico a actualizar el blog. Y es que, si antes tenía mucho tiempo libre, ahora tengo más bien poco. En este tiempo, mi vida ha dado un giro importante y hasta me he mudado de ciudad. Aunque no veía el momento, estaba claro que no iba a estar en paro siempre y así fue. Trabajo nuevo, ciudad nueva y... vida nueva!!

A partir de ahora, me gustaría retomar las buenas costumbres y escribir una entrada por semana. Sin embargo, no sé si la cocina y mis creaciones llenarán este espacio porque, como ya he mencionado, el tiempo no me sobra. Eso sí, aprovecharé cada minuto libre para dedicarlo a mis principales pasiones y reflejarlas en estas líneas.

Madrid es ahora mi ciudad de acogida. De ella me gusta su ambiente, su caos, su aspecto frenético, sus prisas, su diversidad y así hasta un sinfín de cosas que no dejan de sorprenderme. Quizá lo que menos me motiva es la contaminación que, a pesar de lo que digan, existe y a unos límites insospechados (lo digo yo, que lo estoy notando y mucho!!).

El centro y su esencia castiza me apasiona. Sobre todo, Malasaña, el barrio que nunca duerme. Una zona mágica que aúna tradición y modernidad. Que permanece fiel a sus orígenes. Que derrocha personalidad, carácter, buen rollo, ambiente... Cuna del diseño y la cultura retro-pop.   

Malasaña, prostituta de noche. Señorita de día...

 




 El Parque del Oeste, junto con el Templo de Debod son otros de mis lugares preferidos. Los pulmones que toda urbe necesita para dar un respiro a su gente, donde la vida fluye más tranquila.

  



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